El partido que, dicen, nadie quiere jugar, esta vez mostró algo totalmente diferente. Los Primos contó con dos ausencias importantes: La de Gonzalo Abdala -candidato a mejor jugador del torneo- y la de Mariano Seen -el goleador- Así y todo, con una formación compuesta por padres e hijos, dominó con criterio los primeros 10 minutos. Pero después Chievo despertó y de la mano de Alejo Etulain (quien buscaba su tercer campeonato seguido como máximo artillero), se adelantó en el resultado. En la segunda mitad, Chievo fue muy superior ya que aprovechó el desorden de Los Primos. Así llegaron más goles de Etulain y un par lindos de Mariano Cosentino. Para destacar en el perdedor, la actuación y la conducta de Horacio Santo que demostró ser un gran arquero y un gran entendedor del espiritu deportivo.
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