Pero más sabe por viejo…
¿Quién podía augurar en la fecha 8 con Estrella noveno en la general que finalmente gritaría Campeón en el Apertura de Salón de Torneos del Bajo? Nadie, o mejor dicho, nadie salvo el Topo: “Quedan 8 partidos: hay que ganarlos todos para lograr el Tetra campeonato”, y así fue. Con un ayudita, es cierto: la irresponsabilidad de Juan Cruz Villanueva se llevó a A Destiempo del torneo y eso le permitió a los locales entrar en el último lugar a la ronda final.
En individualidades Despeinados tenía más, Topo -técnico de Estrella- lo sabía. Entonces, decidió tirar sobre el mosaico su más firme pergamino: La experiencia. Esa fue la clave para el triunfo 2-1 Experiencia que se basa en paciencia para defender, cautela para aguantar, firmeza para marcar y precisión para definir las ocasiones que toquen. Todo eso hizo el campeón el frío lunes por la noche.
¿El partido? Duro, durísimo. La iniciativa fue de Despeinados, Estrella esperó. Los blanco-granates sabían lo que tenían que hacer: cortar el circuito de juego Fortte-Viera, no darles libertad para desplegar su habilidad y achicar los espacios con los dientes bien apretados. En ese planteo Leandro Gonzalez fue clave: hizo todo lo que debe hacer un marcador: quitó, jugó, ensució, sacó del partido al rival y encima hizo el gol que abrió el partido. Estrella esperó con paciencia. Sabía que tenía 40 minutos para ganarlo y también sabía que a nada llegan los que se apresuran.
A Despeinados le costó mucho generar peligro serio. Solo Enzo Fortte en aisladas ocasiones pudo generar con su habilidad algún desequilibrio pero sin riesgo severo para el arco de Estrella. La primera mitad se fue así: un cerrado y estratégico partido de ajedrez con el marcador en blanco. La entrada del Tano Piazza sin duda le dio más desnivel al avance de Estrella que se animó un poco más en la segunda parte. Claro que la jugada clave no tardaría en llegar. Luego de un rebote que dio el buen arquero de Despeinados, Leandro Gonzalez se arrojó al ver la pelota cerca (¿fue piso?) con su alma y 1 a 0. Polémico: el árbitro interpretó que el jugador de Estrella cayó después de impactar el balón. Dudas, miradas y otro partido.
Despeinados fue a buscar el empate con más desorden que en la primera parte y eso le dio al Tanito Piazza lo que más le gusta: espacios. Tuvo innumerables ocasiones que por impericia o por un gran segundo tiempo de Leo Molteni (arquero de Despeinados) no lograba darle tranquilidad a la parcialidad local. Pero llegó una pelota por derecha libre y definió con clase, como a él le gusta. Estrella otra vez al estrellato. El descuento de Pablo Schiavo le dio emoción al final y mostró a Despeinados vendiendo cara la derrota. El pitazo final desató la locura y la algarabía de Estrella que hacía un año no podía festejar un campeonato. Despeinados de la Siesta fue sin duda un gran equipo que mereció también la copa, pero así es el fútbol, solo uno la gana y esta vez le tocó al experimentado equipo de Cristian Berrondo y Martín Lucero. Por suerte para los azules y para todos, el frío invierno que se viene dará revancha y nos invita nuevamente a calentar el alma futbolera.
Encuentro