Y fue para Cavalino nomás. Se lo llevó por ser el mejor en este tramo final mano a mano vs Spegazzini, que tuvo como cierre una final estipulada por fixture. Los de blanco fueron más, tanto en los partidos previos como en la final del sábado. “El parate de un mes sin jugar nos mató” dijo el Ronco antes de comenzar el partido. Es que su Spegazzini venia muy firme antes de las lluvias y el Mundial. Pero en las ultimas cuatro fechas no cosechó ninguna victoria. Tres empates y una derrota. Cavalino, de menor a mayor, aprovechó la mala racha y se puso arriba de la tabla.
El partido dejó poco. Clásico partido definitorio, donde los nervios (y la cancha húmeda) juegan en contra del buen futbol. Cavalino jugó mejor. Lucio Oca y Rodrigo Gayoso se encargaron de generar juego. El ataque se volcó por derecha, donde las corridas del Toro Imbesi complicaron a su marcador. El histórico goleador estuvo desequilibrante, pero muy impreciso para los centros y el pase final. También por derecha colaboró bien Alan Algumedo, marcador de punta pero con proyección para abrir la cancha.
Spega tuvo otra vez en Nico de Biase a su arma más punzante. El zurdo estuvo bien acompañado de a ratos por Walter Fontana. Inquietaron con corridas y algún centro peligroso, pero les faltó más peso en el área, sobre todo con alguna llegada de los volantes. La más clarita de Spegazzini fue un rebote que Gonzalo Gianturco le entró mordido y Federico Russo sacó bien al corner, abajo a su izquierda. Ya en la segunda etapa, con menos piernas, los ataques de Spega fueron absorbidos por la defensa del campeón. La línea de cuatro jugó muy concentrada. Buenas actuaciones de Lucas Marquez, Daniel Lopez y Luis Giamberardino, sumados al ya nombrado Alan Algumedo. Promediando el partido, ya con espacios, aparecieron algunos chispazos de Martín Gonzalez y Yamil Nasser, aunque con poca gravitación en el desarrollo del juego.
Llegó el final con el marcador en cero. Cavalino conservó la ventaja y gritó Campeón por segunda vez en TDB. Lejos quedó aquel grito del Clausura 2011, el de la final vs Sin Pupilas. Con la base intacta, algunos nombres nuevos y el espíritu de siempre, levantaron otra copa más.
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