Partido lleno de suspicacias en la previa pero jugado con absoluta honestidad durante los ochenta minutos. Paderborn y La Trocha necesitaban un punto para estar tranquilos. El tercero en discordia era La Reynalda, que apostaba a un triunfo de los azules y confiaba en una victoria propia frente a Floripondio para clasificar a semis. No hubo nada de especulación. Ambos equipos salieron a ganar, con sus armas. Tras un primer tiempo parejo las emociones llegaron en el complemento. Dos errores infantiles de la defensa de Paderborn le permitieron a La Trocha ponerse en ventaja por dos goles. Sin desmerecer las dos muy buenas definiciones de Milton Frias y Marcos Avellaneda, eludiendo al arquero y tocando con el arco vacío. Paderborn se enojó y sacó a relucir su orgullo de gran equipo. Renzo la puso contra la suela y comenzó a hacer de las suyas. Primero con una gran jugada y centro perfecto para la entrada de Matías Space, quien conectó la bocha tirándose en el área chica para el 1-2. Y luego para sacar la pelota de un mar de piernas y abrir juego sabiamente para la entrada libre de un compañero. Matias Space recibió como puntero, metió un desborde y lanzó el centro rasante que no pudo despejar la defensa. Quien otro sino que Victor Figueroa para relamerse en el área y mandarla a guardar. Se gritó con furia y desahogo. Luego ambos equipos bajaron la intensidad. Fue empate y les sirvió a los dos, pero viendo el partido quedó claro que la honestidad deportiva quedó intacta.