El guiño del destino
A veces el destino nos juega una mala pasada. Pero pocas veces nos juega dos malas pasadas en tan poco tiempo. Eso le sucedió a Juan Pedro Legarreta en la tarde de Ezeiza, donde su equipo jugaba la final de la Copa de Verano con Sadop. El 10 de Ferrocarril Sur, que está volviendo de a poco de una lesión, entró a jugar los últimos 20 minutos de la final y tuvo la más clara (y la única clara) de todo el partido. Faltando 10 minutos para el final pescó un mal rechazo de la defensa de Sadop y la puso sutil, muy medida, con zurda, al palo más lejano de Lucho Santos. La pelota dio en la parte interna del poste, viajó por toda la línea y se fue afuera. Luego, la fatalidad le apareció nuevamente al volante del Ferrocarril. Fue el único que falló en la definición desde los doce pasos (mérito del arquero, también). En Cuartos de Final fue el mismo jugador el que había empatado milagrosamente frente a Nitro, en el final del partido. Esta vez el desenlace fue otro. Así de simple y caprichoso se definió un pleito que duró 80 minutos muy intensos y muy malos. Ese simple guiño del destino quiso que la bocha no entrara. Ese instante fatal para unos y bendito para otros.
Sadop presentó un equipo más armado que en la semis. La vuelta de los Fabbiani en el fondo reforzó la defensa. Buena actuación del zurdo Lucas Wilsen, cerrando la punta izquierda. La presencia de Camilo Oreña en el medio fue importante para ganar futbol y liberar a Maxi Wilsen en ataque. Con todo esto a favor generó muy poco peligro al rival.
FC Sur tampoco pudo hacer fluir su futbol. El circuito de juego celeste cayó en el embudo que le armó el rival. Se destacaron las buenas actuaciones de Mauro Brebbia sacando todo en la cueva y, otra vez, de Federico Garobbio. Mención especial para el rubio del Ferrocarril. Tal vez la figura de la Copa de Verano. El volante es el motor donde se acopla todo el andamiaje del equipo. Corta, grita, releva y juega con criterio.
El partido fue un cúmulo de nervios, gritos, pelotazos y muy poco futbol. El clima de final empañó el buen juego que ambos finalistas poseen. No hubo llegadas claras en todo el partido. Se puede citar un par de revolcones de Tomás Legarreta ante centros cruzados de Sadop en el primer tiempo. O un tiro libre en el travesaño, desde lejos a favor de FC Sur. Y la jugada citada anteriormente de Juampe al palo. El que hacía un gol ganaba. Nadie lo hizo.
La lotería de los penales decidió al campeón. La floja final no destiñe la buena actuación de ambos equipos en el torneo. Para Sadop fue su cuarto grito en TDB (el primero en una Copa Veraniega). Para FC Sur es la ratificación de ser un firme candidato en el próximo Apertura.